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Planta Amapola (Papaver rhoeas)DenominacionesAbabol, Amapola, Lobedarr, Papaver rhoeas, Papoula-ordinária, Rosella DescripciónPlanta herbácea, de porte bastante pequeño, pues no llega a levantar más de medio metro del suelo; su tallo, bastante recto y velludo, está constituido por numerosos pelos rectos. Su ciclo vital no se prolonga más allá de diez meses, iniciándose en el mes de septiembre, con las primeras lluvias, y creciendo a lo largo del invierno para florecer ya en primavera. Parece que es originaria del Extremo Oriente y que llegó a nuestro país como una contaminación de otros granos y semillas que procedían de aquellas tierras, asentándose con éxito en terrenos ricos en nitrógeno y campos abandonados. No requiere de ningún cuidado en especial. FloraciónLa época de floración tiene lugar en primavera y verano. Las flores nacen de un capullo que hasta su maduración está como caído, mirando al suelo, posición que se regulariza al florecer, quedando totalmente erguido. Al llegar la floración se produce un baño rojo en las tierras donde crece, lo que proporciona un agradable y vistoso colorido, aunque bastante efímero, pues las flores solo tienen un día de existencia, después del cual pierden los cuatro pétalos que poseen. El fruto es una cápsula, semejante a la de la papaver somníferum, que pertenece a su misma familia. La recolección se realiza desde el mes de mayo hasta junio, a la espera de que la flor se abra por completo. En ese momento se cogen los pétalos, colocándolos en capas delgadas y procediendo a una desecación rápida y a la sombra; hay que removerlo frecuentemente para conseguir una mejor desecación. Aplicaciones
La parte empleada son los pétalos, que contienen derivados antociánicos y alcaloides isoquinoléicos; estos últimos le confieren una acción sedante leve y espasmolítica, por lo que se utiliza en casos de ansiedad, insomnio, tos espasmódica frecuente en situaciones de procesos asmáticos, tosferina y espasmos gastrointestinales. Pero por la presencia de estos mismos alcaloides no se debe emplear con niños pequeños a no ser bajo control médico y de forma discontinua. Estas mismas precauciones habrá que tenerlas también en cuenta en caso de embarazo. Las semillas nunca se emplearán, ya que la cantidad de alcaloides que se encuentra en ellas es muy alta. Los pétalos contienen además mucílago, que confiere a la planta acción emoliente y béquica, por lo que refuerza su acción antitusiva. Frecuentemente se ha empleado también sobre piel y ojos en casos de conjuntivitis y blefaritis (inflamación de los párpados). Administración
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