Fitoterapia. Plantas medicinales con sus nombres, descripción, familias, usos, aplicaciones, floración, etc. Remedios caseros con plantas medicinales. Documentación adicional sobre plantas medicinales. Fórmulas magistrales.

Plantas medicinales

Nombre: Valeriana (Valeriana Officinalis)
Tipo: Herbácea
Familia: Valerianáceas

Castellano: Hierba de los gatos
Vasco/Euskara: Belarr bedeinkatu

Habitat: Bosques húmedos, prados y bordes de los ríos
Floración: Junio y julio
Se utiliza: Rizoma y raíces
Usos: Sedante, Anticonvulsivo, Vermífugo

Planta

Valeriana (Valeriana Officinalis)

Denominaciones

Belarr bedeinkatu, Hierba de los gatos, Valeriana, Valeriana Officinalis

Descripción

La valeriana es una planta herbácea, vivaz, que muere en otoño y aparece en primavera. Tiene un tallo largo, gordo y completamente hueco del cual salen unas hojas enfrentadas entre sí, con los rabillos soldados a la base. Las flores son numerosas, en forma de ramilletes, y su fruto es seco. La raíz, que es la parte que nos interesa, es muy grande y cuando se seca despide un olor característico muy desagradable, que más bien recuerda al sudor de pies. Por eso no es una planta que se recomiende tomar directamente -aunque parece que los gatos no opinan lo mismo: el olor de la raíz desecada los atrae, incluso a distancia.

Floración

Florece aproximadamente entre junio y julio, según la zona geográfica.

De la valeriana se utiliza en medicina la pequeña cepa que se forma en la base de la planta, junto con las raíces. Estas se han de colectar en verano, hacia agosto principalmente, o ya en otoño, aunque dependerá de las distintas zonas.

Una vez recogidas, se lavan con agua y se sacuden enérgicamente, cuidando de no dañar su epidermis, ya que la esencia de valeriana se encuentra justo debajo. Una vez lavada, se deja escurrir, y queda así preparada para su uso farmacéutico.

Aplicaciones

La planta posee un aceite esencial en concentración que llega hasta el 1%; esta esencia es muy rica en ácido valeriánico, alcoholes, terpenos y sesquiterpenos. Cuando la planta está fresca, las concentraciones del ácido valeriánico son pequeñas; pero a medida que va secándose la raíz va aumentando en cantidad, siendo el responsable de sus efectos farmacológicos y de su característico mal olor.

Se la considera fármaco equilibrador del sistema nervioso, y está especialmente indicada para casos de ansiedad, insomnio, taquicardia, depresión, cefaleas y espasmos gastrointestinales.

Administración

    Tradicionalmente, la valeriana se administraba en forma de tinturas de la planta fresca o seca, en infusión o directamente en polvo, pero actualmente lo más cómodo es administrarla en forma de cápsulas o comprimidos. Una ventaja de esta forma de dosificación es que se evita su olor nauseabundo.
  • Tisana. Se prepara con la raíz fresca, machacando media onza y dejándola en agua un día. Se pueden tomar hasta 2 vasos diarios, previamente colada y endulzada.
  • Vino de valeriana. 150 g. de la raíz, bien machacada y lavada, que se añaden a 1 litro de vino de Jerez. Se remueve a diario durante 15 días y después se filtra. Se pueden tomar 2 ó 3 copitas al día.
  • Infusión. Mediante una maceración en frío, con dosis de 0,5 a 5 gr. de raíz. Eficaz contra los vómitos, la timpanitis y los parásitos intestinales.
  • Extracto fluido. De 10 a 20 gotas, cuatro veces al día.
  • Extracto seco (4:1). 0,3 a 1,9 gramos al día, teniendo en cuenta que un gramo del extracto equivale a 4 gramos de la planta seca. En el mercado, a través de las oficinas de farmacia, se puede encontrar esta planta en multitud de formas farmacéuticas.