Plantas medicinales

Remedios caseros: Pies cansados y doloridos

Pomada de ginkgo para masajear los pies

Pese a lo mucho que los utilizamos, les prestamos muy poca atención a los pies. No les damos masajes, apenas andamos descalzos, ni utilizamos calcetines de fibras naturales, y sólo nos acordamos de ellos cuando nos duelen. Con esta pomada relajante mimaremos nuestros pies un poquito cada día. Está hecha a base de ginkgo, un árbol legendario del Extremo Oriente, el único que sobrevivió al desastre atómico de Hiroshima. Tiene en sus hojas muchos flavonoides y, mediante el masaje, favorece y tonifica las paredes de las venas.

Ingredientes

(Para la pomada)

10 ml de tintura de ginkgo (unas 2 cucharadas)

90 g de lanolina (aproximadamente 1 cucharada bien llena)

(Para la tintura de ginkgo)

75 g de hojas de ginkgo

100 ml de alcohol de 96º

250 ml de agua mineral

Preparación

La pomada se elabora con lanolina y tintura de ginkgo. Para conseguir la tintura se han de triturar las hojas de ginkgo y mezclarlas con el alcohol y el agua mineral, dejándolo macerar durante 2 semanas. Pasado ese tiempo, debe filtrarse y guardarse en un recipiente oscuro de topacio, quedando lista para utilizarse.

Para mezclar la tintura con la lanolina debe calentarse ésta previamente al baño maría. De ese modo podremos remover hasta conseguir una pomada homogénea.

Uso

Con la pomada se dará un relajante masaje en los pies. Deben masajearse uno a uno todos los dedos, haciendo algo de fuerza, y a continuación las plantas.

Existen pocas cosas tan agradables como un buen masaje en los pies: cada pie tiene unas 70.000 terminaciones nerviosas, y el 25 % de los huesos del cuerpo.